martes, 8 de febrero de 2011

Mis estrellas y mi luna

Estoy sentado en el verde tapiz de este prado alto... alto como el cielo.
Donde el aire nace, donde el tiempo comienza limpio, donde lo nacido sonríe cuando mira a su alrededor. Un sol radiante, que no quema solo acaricia mi piel, tal solo me abriga hasta donde yo quiero que me abrigue. Un valle perdido en el centro de todo lo creado donde nadie mira ahí en el centro de todo.
Picos altos, montes bajos, escarpados, abruptos, amplios, gélidos y cálidos. Diezmados árboles, frondosos bosques. Escala el viento por la falda de los montes para coronar convertido en nube. Miles de formas carentes de maldad se juntan, se buscan y se unen y se hacen una , solo una grande
Una unión que da el fruto de mil gotas. Pasean y se funden con la tierra, con la suavidad de un beso , se escurren por las ramas de mis árboles con la suavidad de una caricia. Regresan donde nacieron y crean el perfume que me llega de la vida.
Anochece en mi valle, anochece pero nunca anochece por que se ama. Y mi amor, mi amor viene a verme amarillenta glotona y crecida cuando ayer la deje lejos de aquí menguada , mi luna mi alumbrada luna , mi lago que refleja mi luna se aman como yo los amo.
Me tumbo en el prado que mañana bañara el rocío. Y palpo en mis pupilas estos candiles, estas hadas infinitas. Caen lagrimas ante tanta belleza incomprensible caen , caen sin cesar hasta crear una charca , la miro y ahí siguen reflejadas mis estrellas y mi luna .
Carlos

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